Impresionado. Admirador. El director musical Scott Price ha vivido grandes momentos con Céline Dion desde que forma parte de su equipo, pero la artista volvió a sorprenderlo cuando cantó Hymne à l'amour el viernes pasado en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos.

Detrás de su piano ubicado junto a la cantante en la primera planta de la Torre Eiffel, el músico de Montreal vivió en primera fila el histórico regreso de la artista que lucha contra el Síndrome de la Persona Rígida y que hace cuatro años tuvo que poner en pausa su carrera.

"Había practicado tanto la partitura para piano que me la sabía muy bien y no fue nada difícil, así que me centré en disfrutar el momento y mirarla. Debo admitir que siento tanta admiración por ella como el resto del mundo", dice Scott en una entrevista exclusiva a Le Journal de Montréal.

En cuanto terminaron la canción, los dos artistas se fundieron en un abrazo.

"Fue un momento de muchas emociones. Fue muy gracioso. Yo confiaba en ella, sabía que haría algo grande, pero debo confesar que me impresionó el nivel que alcanzó su interpretación. Fue como ganar la copa Stanley. Te sientes feliz, es imposible superar algo así."

IMPARABLE

Scott Price sabía desde hacía varios meses que Céline Dion cantaría en las Olimpiadas si su salud se lo permitía.

A pesar de las dudas, creía en ella. "Estaba muy decidida. Céline es una persona muy comprometida y, cuando decide hacer algo, nada puede detenerla."

Ni siquiera la lluvia que cayó sobre París durante la ceremonia pudo interponerse en su camino.

"La noche anterior ensayamos hasta las dos de la mañana y llovía a mares. Fue un poco complicado pero entre risas nos decíamos que al día siguiente no podría ser peor. A Céline le encantaba la idea de hacerlo aunque lloviera", relata Scott Price.

Como por arte de magia, paró de llover justo antes de su actuación. "Es como si alguien la protegiese desde arriba", dice él.

EN NUESTRA BURBUJA

Pese a la grandiosidad del momento, Scott Price asegura que no se puso nervioso. "En un escenario tan alto no sientes al público, se vuelve abstracto, nos sentíamos en nuestra burbuja."

Sin embargo, asegura que no cree que jamás pueda hacer algo más grande que esto.

El director musical asegura también sentirse abrumado por la popularidad de Céline fuera de Québec y por su dedicación hacia sus admiradores.

"Tenemos motivos para sentirnos orgullosos. Es una gran embajadora, simpática, respetuosa con todo el mundo, de buen humor, de una profesionalidad total. No es una estrella exigente ni difícil. Sólo quiere que todos estemos bien y que demos una buena actuación. Trata a todo el mundo con respeto. Para mí es un honor compartir escenario y momentos de vida con una artista de este nivel."

¿LAS VEGAS?

En cuanto a un regreso a Las Vegas, Scott cruza los dedos.

"Espero que acabe pasando. Sobre todo, espero que ella se sienta lo bastante fuerte para dar conciertos completos", dice, precisando que no guarda ningún secreto.

"Por supuesto que hablamos de ello, y se oyen rumores de Las Vegas. Si decide hacerlo, me enteraré al mismo tiempo que vosotros."

Lee la entrevista original en francés AQUÍ.