"Si no te gusta, mejor cállate": Céline Dion, icono intocable en Quebec

Por Ludovic Hirtzmann

Publicado hace 6 horas

FAMA Y TRAGEDIA (4/6) - Protegida por su éxito, la cantante es profeta en su tierra. Nadie está autorizado a criticarla.

"Aprendí francés gracias a Céline Dion." Estevam Peric, joven asesor financiero de Montreal de origen brasileño, habla de su amor por Céline. "Quería entender lo que dicen sus canciones. Por eso aprendí francés en Brasil y emigré a Quebec hace diez años", cuenta. Fan incondicional, Estevam ha asistido a 99 conciertos de la cantante. ¿Y en Quebec? "Céline es un modelo de éxito para todo el mundo", asegura el profesor de musicología de la Universidad de Montreal Danick Trottier, un especialista en Céline Dion.

Cuando el pasado mes de enero la revista Rolling Stone no incluyó a la diva en su lista de los 200 mejores cantantes de la historia, el enfado en Quebec fue mayúsculo. Un grupo de fans se plantó delante de las oficinas de Rolling Stones en Nueva York para protestar contra la indigna lista. Para ello hasta llevaron pancartas reivindicativas: "Justice for Céline" o "How can you forget Céline?".

En cuanto a la enfermedad de Céline, los altos mandos de La Belle Province dejaron brevemente sus trabajos en la Asamblea Nacional con motivo de ello. El primer ministro François Legault deseó "una pronta recuperación a Céline Dion, una artista inmensa de Charlemagne. Estamos muy orgullosos de ella y esperamos que sea capaz de volver a empezar su gira lo antes posible." El ministro de Cultura, Matthieu Lacombe, nativo de Charlemagne, ha dicho estar consternado.

Símbolo de la dualidad canadiense y de la unidad del país

Erin Hurley, autor del libro De l'expo 67 à Céline Dion, explica: "Cada una de sus apariciones en Quebec merece una mención en primera página, obligando a una cierta atención, presuponiendo un interés compartido y aparentemente insaciable destacando la contribución económica que cada aparición suya supone. Es omnipresente." Y Danick Trottier añade que es la estrella "más famosa de Quebec y en el Canadá inglés, junto con los jugadores del deporte nacional, el hockey", que se dice pronto. Sin embargo, no hay rastro de la cantante en la provincia francófona. Nada en Charlemagne, donde la casa de su infancia fue destruida por el ayuntamiento en 2014. Únicamente el bulevar Céline Dion. La casa de la madre de Céline, Thérèse Dion, fallecida en 2020, está ahora a la venta por 2.398.000 dólares.

Todo Quebec estaba enamorado de Céline en los años noventa, cuando creó Nickels, una cadena de restaurantes de carne ahumada, el plato favorito de su esposo René Angélil. Tras una poutine al estilo italiano, los clientes podían degustar una tarta de chocolate "Céline" de cinco pisos por 8,99 dólares. Nickels sigue existiendo, pero ya no es propiedad de la cantante.

Más que los hermanos y hermanas de Céline, bastante discretos, los dos pilares del clan Dion han sido René Angélil y Thérèse Dion, a quien la gente de Quebec llama "Mamá Dion". La muerte del representante provocó una conmoción nacional. El equipo de hockey de los Canadians de Montreal le dedicó un minuto de silencio antes de un partido. Los medios artístico y político le rindieron homenaje unánime. El alcalde de Montreal de entonces puso la bandera de la ciudad a media hasta. René "tuvo el talento de encontrar talentos que escribieron para ella", comenta el autor Luc Plamondon a Radio-Canada. El funeral de René, un funeral de Estado, tuvo lugar en la basílica de Notre-Dame de Montreal. 

En los años 90, Thérèse Dion estuvo muy presente en los medios locales. La entonces septuagenaria madre del clan Dion presentó varios programas de televisión. "Mamá Dion" era un show de cocina con las mejores recetas tradicionales. En 1993, Thérèse llegó a crear una empresa de pastas llamada Las Pastas de Mamá Dion.

Lo que impresiona al público de Quebec no es su música, sino su éxito. - Crítico musical anónimo de Quebec.

Los intelectuales de Québec no estaban muy a favor de Céline en los años ochenta y noventa, pero con el paso del tiempo se ha vuelto intocable. Sobre todo desde que empezó a actuar en Las Vegas, estima Danick Trottier. "Nadie puede decir en televisión que odia a Céline Dion," explica. "Lo que impresiona al público de Quebec no es su música, sino su éxito, un poco como pasa con Trump", añade un crítico musical de Quebec. No sin antes pedir el anonimato, ya que Céline es el orgullo de Quebec. Para los canadienses anglófonos, es el símbolo de la dualidad canadiense y de la unidad del país. A diferencia de artistas de Québec como Gilles Vigneault, jamás se ha pronunciado sobre el tema de la independencia de Quebec. "Se dice que si se hubiera expresado sobre el referéndum de 1995 a favor de la independencia, habría marcado la diferencia. Pero es algo que nunca ha querido tratar", explica el profesor de la UQAM. Estevan Peric añade entre risas: "En Canadá tenemos a Céline como antes se tenía a la Reina Isabel."

El crónico de La Presse Yves Boisvert escribía en 2016: "Se la imita a veces, pero nunca desde la maldad. Está rodeada de un aura de luz. Los que la critican lo hacen bajo su propio riesgo (...) Si no te gusta, es mejor callarte. Estás atacando al país. Te arriesgas a que te acusen de traición, o peor, de elitismo, un delito cultural." Es tocar las raíces más profundas de Quebec. Toda crítica, hasta la más constructiva, está rigurosamente prohibida. Y especialmente si viene de los "malditos franceses". Aline, la primera película de Valérie Lemercier, no tuvo el éxito esperado en el país.

¿Por qué Céline Dion es intocable?

¿Por qué Céline Dion es intocable? François Demers, autor del libro Céline Dion et l'identité Québécoise, da una explicación: "Por sus orígenes modestos, por los numerosos recordatorios de su amor por Quebec, Céline es fiel a su tierra, a la familia, a una definición más tradicional de la identidad. Participa en la redefinición de la identidad de Quebec al personificar el arquetipo del ser moderno capaz, rentable, artista y trabajador."

Con sus trece hermanos y hermanos, Céline no podría representar mejor a lo que llamamos un quebequés de pura cepa. Las familias con diez hijos eran habituales en los años cincuenta en Quebec. La estrella supo romper la imagen de esa familia pobre. Céline es millonaria, pero conserva su acento de Quebec en el extranjero, mientras que otras intentan adoptar el acento francés. Además, ella hace soñar. Estevam Peric mantuvo breves encuentros con la artista en una decena de ocasiones. "Me dijo que hay que perseguir los sueños, pero que no debemos dejar que los comentarios de la gente nos impidan cumplirlos", dice el admirador. Toda una fuente de inspiración. Erin Hurley, también profesor en la universidad McGill de Montreal, narra: "Porque una gran parte de su trabajo se hace en inglés, Céline suele ser tachada de haberse vendido a los intereses anglófonos y americanos." La estrella de la canción, desde su desaparición de los escenarios, está mucho menos presente. Danick Trottier concluye: "Si no vuelve con un éxito, no será más que un icono popular del que no hablaremos por su música sino por su imagen."