En 1989, el cantante canadiense Billy Newton-Davis lanzó el tema “Can’t Live With You, Can’t Live Without You”, un poderoso dúo con una entonces emergente Céline Dion. Décadas después, Billy ha compartido los recuerdos más personales y sorprendentes de cómo surgió esta colaboración, y su testimonio es toda una joya para los fans.

Originalmente, Newton-Davis había grabado la canción como solista para su álbum Spellbound, pero sentía que necesitaba una voz femenina que lo complementara. Tras considerar a artistas como Regina Belle y Gloria Estefan (ambas indisponibles), fue Vito Luprano, ejecutivo de Sony Music Canadá, quien le presentó a una joven cantante de Montreal que prometía mucho: Céline Dion.

Aunque en aquel momento Céline apenas hablaba inglés y estaba tomando clases en Berlitz, se mostró profesional desde el primer momento. Newton-Davis recuerda cómo llegó al estudio en Nueva York con un abrigo de piel largo, tacones de aguja y una seguridad deslumbrante. La grabación fue un éxito, y Céline “voló el techo del estudio” con su interpretación, como él mismo relata.

La producción tuvo sus complicaciones, desde cambios de productor hasta largas jornadas de grabación e incluso un videoclip que implicó ¡12 horas de rodaje en el agua para Céline sobre tacones mojados! Pero lo que quedó fue un tema inolvidable que, según el propio Newton-Davis, marcó un antes y un después en su álbum… y en la carrera de Céline.

El dúo fue uno de los primeros lanzamientos en inglés de la artista francófona, y pocos sabían entonces que estaban presenciando el nacimiento de una estrella global. Tal como lo recuerda Billy, aquella noche en los premios Juno todo cambió: “El mundo conoció a Céline Dion… y ella llegó para quedarse”.

Te dejamos a continuación el testimonio de Billy Newton-Davis:

Estaba grabando mi segundo álbum en Vancouver. Llevaba más o menos un cuarto del camino completado con "Spellbound" cuando escuché esta increíble canción de Dan Hill, titulada "Can't Live With You, Can't Live Without You". La grabé, pero sentía que la canción necesitaba otra voz, una voz femenina, un dúo.

Al principio pensé en Regina Belle, una cantante muy talentosa de Nueva York, pero no estaba disponible porque estaba de gira. Surgió el nombre de Gloria Estefan, pero también estaba ocupada grabando con Plácido Domingo.

Mientras estaba en Vancouver, me visitó Vito Luprano. Creo que en ese momento era el responsable de A&R para Sony Music Canadá, en Montreal. Surgió la conversación sobre la necesidad de una vocalista femenina para grabar el dúo conmigo. Entonces me habló de una cantante increíble de Montreal que Sony estaba preparando. Me dio un par de sus CD's y, al escuchar esa voz... Dios mío... ¡qué voz! Me convenció de inmediato: tenía que ser Céline Dion. No sabía nada de ella. La única vocalista francófona que conocía era Martine St. Clair, brillante también. Pero Céline Dion... sabía que sería muy grande.

Tras muchas conversaciones entre la gente de Sony que trabajaba conmigo y el equipo de Céline, comenzamos a coordinar su participación en el dúo. Era emocionante. Creo que Brian MacLeod produjo algunas de las primeras versiones del tema, pero no estaban yendo en la dirección que queríamos. Así que encontramos a un productor y compositor en Nueva York que pudo llevar la canción al estilo grandioso que queríamos, muy al estilo de David Foster.

Organizamos todo, negociamos y fijamos tiempo en el estudio. En aquel entonces, Céline hablaba muy poco inglés. Creo que estaba estudiando en Berlitz. Reservamos un estudio en Nueva York, y ella voló hasta allí... llegó vestida con un abrigo largo de zorro, tacones de aguja... iguau, Céline!

Fue profesional, conocía la canción... me impresionó muchísimo. Nos pusieron en salas separadas para grabar y así tener buena calidad en las pistas. Bueno, ¡ella voló el techo del estudio! Fue increíble.

Luego quisimos corregir un par de detalles, pero ella tuvo que regresar a Montreal por trabajo. Así que esperamos, la volvimos a traer y ajustamos lo necesario... créanme, no fue mucho. Estaba emocionado porque iba a trabajar con una canadiense, y porque se notaba que tenía algo muy especial. Era una estrella. No una diva todavía. Pero los dos juntos... ¡puro poder!

Terminamos y celebramos con una gran cena.

Finalmente estaba feliz con algo del album. Fue un trabajo hecho con amor. Cambié de mánager dos veces... estuve en medio de cada crisis posible. Bienvenido al mundo de la música...

Luego hicimos una gran sesión de fotos... y después el videoclip. Fue un día increíble. El reparto era genial, encontramos un gran director.

Todo iba bien... 12 horas después, Céline y yo estábamos de pie en el agua porque el director quería un efecto que nunca llegué a entender...

Céline estuvo 12 malditas horas de pie con tacones de aguja... ¡la pobre! Pero lo hizo como una verdadera profesional, sin quejarse. Creo que tuve que insistir para que la sacaran del agua... estaba de pie en unos tacones de gamuza mojados. Jamás olvidaré ese día... Céline estaba ahí para cumplir, y fue brillante. Grabé un tema con la increíble y brillante Céline Dion.

Después de nuestro dúo, fue cuando Sony realmente impulsó su carrera. Recuerdo ir a los Juno. Como dije antes, la mejor cantante francófona que conocía era Martine St. Clair.

Pero esa noche cambió la vida de Céline. No recuerdo qué canción interpretó, pero me dejó con la boca abierta... cuando terminó fue como si el mundo dijera: "Les presentamos a Céline Dion... y ha llegado para quedarse". Fue una experiencia increíble para mí.

Dan Hill, el autor de la canción, dijo que ojalá se la hubiera guardado.

Dejé una parte fuera de la historia sobre la segunda sesión de grabación. Como dije, cuando nos conocimos, ella llevaba un abrigo de zorro largo, tacones, y creo que un vestido ajustado.

Andy Goldmark estaba produciendo el tema, y hablamos sobre que tal vez Céline debería dejar los tacones, quemar el abrigo de zorro y venir al estudio en camiseta, zapatillas y jeans. Su equipo nos respondió: "Lo sentimos, pero la Srta.

Dion no usa camisetas, zapatillas ni jeans..." Así que ya ves...

He tenido mucha suerte y he trabajado con mucho talento. Trabajar con Céline fue una experiencia genial. Vi cómo su mundo se convirtió en un fenómeno... en una súper estrella... y desde entonces, el único nombre que hace falta decir es "Céline". Todos sabemos quién es.