Un concierto en París y dos álbumes: Céline Dion regresa por fin
diciembre 26, 2024Tras su actuación en los Juegos Olímpicos, Céline Dion, que prepara dos nuevos álbumes, regresará a la Ciudad de la Luz en 2026.
El pasado martes 23 de julio, cuando el jet de Céline Dion aterrizó en el aeropuerto Bourget, había mucho más que un regreso en juego. Dos años antes, la artista había accedido a la invitación de Thomas Jolly de cantar en la ceremonia de apertura de las Olimpiadas de París 2024. Pero más allá de su participación en el inmenso evento internacional, la artista empezaba a retomar su carrera, puesta en pausa forzosa desde el 8 de marzo de 2020 con la cancelación del Courage World Tour. ¿Y qué mejor lugar que París, una ciudad que tanto ama, para empezar de nuevo?
El equipo de Thomas Jolly se negaba a confirmar o desmentir la información sobre la presencia de la canadiense. El director artístico era consciente de que su participación se podía cancelar en cualquier momento. Aunque la había solicitado en 2022, la artista sabía que su actuación dependería de su estado de salud; desde 2008, sufre el Síndrome de la Persona Rígida. Entendió que jamás podría volver a hacer su trabajo de la misma forma, ya que tanto su cuerpo como su voz se han sometido a años de tratamientos médicos. Pero Céline no renunció a su sueño de volver. Si siguió adelante fue porque tenía el objetivo de reencontrarse con su público. Exactamente igual que en 2016 cuando, cinco meses después de perder a René, encontró consuelo cantando al amor para su público europeo.
Finalmente, Céline llegó a París aquella mañana porque se sentía lo bastante en forma para interpretar Hymne à l'amour. La canción de Édith Piaf suena en su interior como la canción de resiliencia por excelencia. En 2024, la canción cobró un significado totalmente nuevo para Céline: con su histórica interpretación demostró al mundo entero que es más fuerte que la enfermedad. Una cancelación de última hora, sin embargo, la habría hundido en el vacío más profundo.
Pero antes del gran momento, una vez instalada en una de las suites presidenciales del Royal Monceau, Céline visitó el Louvre. Ella misma pidió ese momento de desconexión en el museo. Aunque cierra los martes, el establecimiento no tuvo ningún inconveniente en abrir sus puertas para la artista. Aunque ha visitado París en incontables ocasiones desde el 29 de enero de 1983 (día de su primera aparición en el programa de Michel Drucker Champs-Élysées), Céline jamás había tenido tiempo de pasear tranquilamente por el museo más grande del mundo.
París siempre ha sido un paraíso para ella - aún recuerda sus dos noches en el Stade de France en 1999 cuando el público apoyaba con todo su corazón a René, que luchaba contra el primer cáncer - pero no ha tenido mucho tiempo para disfrutar de la capital francesa. "Se emocionó mucho al ver La Gioconda", cuenta Laura Gilli, la fotógrafa que la acompañó aquel día. Se sintió muy emocionada y permaneció varios minutos ante el cuadro, consciente de la suerte que tenía de estar donde estaba." El momento le dio la serenidad que necesitaba. Después de tres horas paseándose entre obras de arte, Céline dio las gracias al equipo del Louvre, por darle ese paréntesis que unos meses antes le habría parecido imposible.
Al volver al Royal Monceau, se encuentra con cientos de fans esperándola en la puerta del hotel pese a la hora. Sin importarle el importantísimo momento al que se enfrentará tres días después, Céline dedica un buen rato a firmar autógrafos y hacerse selfies, bajo la mirada de René-Charles. Su hijo mayor se ha convertido en una figura clave en su carrera. Aunque Céline trabaja con dos nuevos managers, John Nelson y Joyce Smyth (que a su vez trabaja con los Rolling Stones), RC vale para todas las situaciones. Tanto acompañante como asesor en las decisiones importantes, pero siempre protector de su madre.
"Su relación es una fusión," cuenta una fuente cercana a la cantante, "se nota que hay un amor inmenso entre ellos dos. Fue el primero en romper a llorar en cuanto ella terminó su actuación en la torre Eiffel. Y ella fue la primera en ir corriendo a abrazarlo."
"Es la mayor profesional que existe," cuenta un miembro de su equipo técnico. "¡Menos mal que no tiene vértigo! Lo dispusimos todo para que se pudiese concentrar mejor en su actuación." Y fue eso lo que sorprendió a las cincuenta personas presentes los días 25 y 26 de julio en el lugar: "Céline Dion jamás se mostró nerviosa, no hizo la más mínima mención a sus problemas de salud. No dudó ni por un segundo de sus capacidades para afrontar el trabajo por el que estaba allí."
El viernes 26, en la primera planta de la torre, se instaló un camerino. El equipo de Céline llegó muy temprano, pues la ceremonia tenía lugar literalmente bajo sus pies. Aunque las trombas de agua que cayeron transformaron la fiesta en todo un reto, Céline estaba más decidida que nunca, y repetía a su equipo: "The show must go on". Y poco antes de medianoche, cuando la lluvia había empapado París y forzado a Thomas Jolly a reinventar su espectáculo en directo, las gotas pararon de caer... ¡permitiendo a Céline cantar bajo un cielo estrellado para mil millones de telespectadores! Después, pasó un largo rato con el equipo de la torre Eiffel y saludó de nuevo a los fans que la esperaban en la puerta de su hotel. "Es muy raro ver a alguien con tanta disponibilidad y amabilidad," dice Laura Gilli.
Aquella noche, Céline se acostó muy feliz: su fuego interno se había encendido de nuevo. La segunda etapa de su regreso por fin podía comenzar. "Jamás ha ocultado su necesidad visceral de reencontrarse con su público," nos explica una fuente cercana a la canadiense. "Pero también sabe que no hay que forzar el destino. Es muy consciente del problema de salud que tiene, sigue siendo una mujer convaleciente que aprende a vivir con su enfermedad. Ha entendido que jamás podrá volver a hacer su trabajo de la misma forma. Pero hará todo lo posible por volver."
El 13 de noviembre, cantó de nuevo -esta vez dos temas -, en Riad para homenajear a su amigo, el creador Elie Saab, diseñador de gran parte de sus trajes para el escenario. René Célestin nos explicó entonces "aunque lo organizamos todo para que pudiera cantar, también sabíamos que tal vez no podría venir por razones de salud". "Según lo que sabemos ahora, esta enfermedad es incurable," nos decía en junio su neuróloga, Amanda Piquet. "Tengo esperanza de que lleguemos a curarla, pero no te puedo decir si eso pasará en los próximos cinco ó diez años." Céline ya le ha demostrado en dos ocasiones que su voluntad puede más que todo. Cantar es más que una misión: es una razón para vivir.
Su equipo se puso entonces manos a la obra. Hace varios meses se ha empezado a preparar un álbum en inglés. "La idea es que interprete sus grandes canciones a dúo con otros artistas," nos dice un miembro de su equipo. "Todas las estrellas de la música pasan por Las Vegas, así que es bastante sencillo organizar sesiones de grabación allí." Pero aún no hay nada organizado.
Se está preparando también un segundo disco, esta vez en francés. El equipo contactó con Jean-Jacques Goldman, el hombre detrás de Pour que tu m'aimes encore, S'il suffisait d'aimer o Encore un soir. "No necesitan verse ni hablar para entenderse. Jean-Jacques siempre ha sido el que mejor conoce a Céline. Sería difícil hacerlo sin él."
Únicamente escribirá una canción en ese nuevo álbum. También es difícil no seguir soñando, así que se ha empezado a disponer todo para un regreso a los escenarios. En Las Vegas se habla cada vez más de un Céline Dion Show, que permitirá a la artista presentar un espectáculo sin tener que aguantar dos horas cantando, acompañada de invitados cada noche. Tanto el Resort's World como el Colosseum del Caesar's Palace son posibles candidatas a acoger ese regreso previsto para el primer semestre de 2026. Pero también está The Sphere, donde han actuado U2, Dead & Company y los Eagles. Sin embargo, esta última sala trabaja con la promotora Live Nation, y Céline es fiel a AEG. ¿Se desatará una guerra económica para lograr la presencia exclusiva de una cantante que tal vez tendría que cancelar su compromiso?
"Tal y como están las cosas," nos dice un productor parisino, "debemos estar preparados para el día en que nos diga que quiere volver a la ciudad. Fue muy clara: su regreso a Europa, y únicamente si se siente capaz, será en París." Una opción es una residencia de un mes y diez conciertos en Paris La Défense Arena para el último trimestre de 2026. "La idea es que todos los espectadores europeos vengan a París, en lugar de tener que desplazarse ella cada noche a una ciudad diferente," prosigue el productor, "pero no tendremos confirmación hasta que ella esté segura de que podrá garantizar el show al 100%. No quiere volver a decepcionar al público con cancelaciones."
Los que el pasado mes de junio creían que Céline no volvería a cantar tras ver el documental I am Céline Dion, comprendieron el pasado mes de julio en París que la artista de Québec puede mover montañas. Verla en la Ciudad de la Luz en 2026 sería la mejor de las victorias, tanto en la vida como contra la enfermedad y consigo misma.
1 comentarios
Sería maravilloso!! Ojalá pueda lograrlo!! Estaremos content@s con con cualquier cosa que ella haga!! 🫶🫶🫶🫶🫶🫶🫶
ResponderEliminar