Celine Dion habla con Vogue Francia
abril 22, 2024ENTREVISTA
Céline Dion habla de sus secretos de belleza con Vogue Francia: "Estoy muy orgullosa de que a mis 55 años me pidan revelar mi belleza".
POR CLOVIS GOUX
22 de abril de 2024
La incomparable artista por fin habla, ¡esta vez con Vogue Francia!
Editado el 11 de junio de 1981, el primer single de Céline Dion, Ce N'était Q'un Rêve ("Sólo era un sueño" en español) nos presentó a una niña de 13 años de mejillas pronunciadas y una melena castaña en la portada. La pequeña quebecoise miraba tímidamente al infinito con un ligero maquillaje en labios y pestañas. ¿Qué ve más allá del horizonte? ¿Son sus sueños sólo ilusiones, como canta en la cara A? ¿Sabe realmente que L'amour Viendra ("El amor vendrá") como canta en la cara B? Un misterio. Acompañando a su nombre en letras rojas se lee un eslogan definitorio: "Una voz de oro en el corazón de una niña." Escrita y compuesta por su madre y su hermano, Ce N'était Qu'un Rêve fue el primer paso de Céline hacia el estrellato. Cuarenta años después, la estrella internacional es conocida por todos como La Voz de Oro, una voz sobrenatural que llega más allá de los techos del mundo. Sola en la cima, ahora Céline Dion puede verse en el espejo y recordar todo el camino que ha recorrido. Cada paso de su irresistible ascenso es conocido, y parece haber sido escrito como los capítulos de un cuento de hadas moderno: desde su nacimiento en Charlemagne en el seno de una modesta familia musical de 14 hermanos, al momento en que envió la maqueta de Ce N'était Qu'un Rêve al representante René Angélil, y su encuentro con el hombre que se convertiría en su pygmalion, su marido y el amor de su vida. Después llegaría su metamorfosis de adolescente a una joven y sexy mujer liberada, su conquista de América y su colaboración con Jean-Jacques Goldman, que la convirtió en una estrella en Francia. Por supuesto, la canción de "Titanic", My Heart Will Go On, que la propulsó al estrellato y la transformó en una diva mundial, y el álbum Let's Talk About Love, que ha vendido más de 31 millones de copias. Su primer embarazo, su primera casa en Las Vegas, la trágica muerte de René y el funeral de Estado en Montreal, el duelo, el potente regreso al ritmo de The Show Must Go On, su renacimiento como icono de moda... Después, de repente, un silencio absoluto e incertidumbre tras una serie de fechas canceladas de un espectáculo titulado Courage, como diciendo que la historia no podía terminar así, que la pasión de Céline Dion siempre moverá montañas.
Cae la noche en París, y sale el sol en Las Vegas. Vistiendo una camiseta blanca como recién levantada de la cama, con el pelo recogido hacia atrás, gafas grandes y sin maquillaje, Céline Dion aparece fiel a sí misma en la pantalla de nuestro ordenador: con los pies en la tierra, divertida, una auténtica luchadora.
Con su portada del número de mayo de 2024 de Vogue Francia, Céline Dion nos habla sobre su Síndrome de la Persona Rígida, su amor por cantar y su vida como mujer.
Vogue Francia. Mi primera pregunta es sencilla: ¿cómo estás?
Céline Dion. Y la respuesta es igual de sencilla. Estoy bien, pero esto lleva mucho trabajo. Voy paso a paso.
¿Cómo pasaste por esa difícil etapa de lucha contra tu enfermedad?
No la he superado, aún sigue en mí y siempre seguirá. Espero que encontremos un milagro, una forma de curarla con investigación científica, pero por ahora tengo que aprender a vivir con ella. Así que esta soy yo, ahora con Síndrome de la Persona Rígida. Cinco días por semana hago terapia atlética, física y vocal. Trabajo los pies, las rodillas, las piernas, los dedos, canto, mi voz... Tengo que aprender a vivir con esto y dejar de hacerme preguntas. A principio me preguntaba a mí misma: ¿por qué yo? ¿cómo ha podido pasar esto? ¿qué he hecho yo? ¿es culpa mía?
La vida no te da respuestas. ¡Simplemente tienes que vivirla! Por alguna razón tengo esta enfermedad. Tengo dos opciones, dos formas de verlo. O entreno como una atleta y trabajo duro, o desconecto y todo termina, me quedo encasa, escuchando mis canciones, mirándome al espejo y cantando para mí misma. He escogido trabajar con todas mis fuerzas y con toda mi alma, de pies a cabeza, con un equipo médico. Quiero ser la mejor versión de mí misma. ¡Mi meta es volver a ver la Torre Eiffel!
¿Qué te ayuda más en esta lucha?
Por encima de todo, el amor de mi familia y mis hijos, también el amor de los fans y el apoyo de mi equipo. La gente que tiene SPR quizás no tenga acceso a buenos médicos y buenos tratamientos. Yo sí los tengo, y eso es un regalo. Es más, tengo esta fuerza interior. Sé que nada me detendrá.
Sin duda volverás a los escenarios, a las giras
No te puedo contestar a eso... Porque durante cuatro años me he dicho a mí misma que no volveré, que estoy lista, que no estoy lista... Tal y como están las cosas, no puedo decirte: "Sí, en cuatro meses." No lo sé... Mi cuerpo me lo dirá. Por otro lado, no puedo esperar. Moralmente son días difíciles. Es difícil, estoy trabajando mucho y mañana será aún más difícil. Mañana será otro día. Pero hay una cosa que jamás desaparecerá, y eso es la voluntad. Es la pasión. Es el sueño. Es la determinación.
"La gente siempre ha venido a verme cantar. Y para mí, esa es la prueba de que fui, y de que soy, realmente cantante. Una cosa es segura, amaré esa sensación hasta el día en que muera."
- CÉLINE DION
¿Cuándo empezaste a ser consciente de tu voz, y cuándo te diste cuenta de que querías ser cantante?
Empecé a cantar a los cinco años. ¿Quería ser cantante? Nunca tuve tiempo para hacerme esa pregunta. ¿Venía la gente a verme para oír mis chistes o para oírme cantar? Soy cantante. Canto en inglés, en francés, he cantado en mandarín, en japonés, en español y en italiano y la gente venía, siempre venía. Para mí, esa es la prueba de que fui, y de que soy, realmente cantante. Una cosa es segura, amaré esa sensación hasta el día en que muera.
Empezaste cuando tenías 5 años, y dejaste el colegio a los 15. ¿Te arrepientes de no haber tenido una infancia "normal"?
No, porque no conozco esa normalidad. ¿Qué es lo normal? Vas al colegio, dejas el colegio, estás sobre el escenario, es muy distinto, es compartir emociones con el mundo, es una forma de expresarte. Era otro tipo de escuela. ¿Tenía amigos? ¿Me perdí algo? Nunca tuve tiempo para hacerme esas preguntas. Así que no puedo comparar. ¿Me arrepiento de algo¿ No lo sé, tampoco me importa porque el escenario, mi familia, mis hijos y mis canciones me han enseñado todo lo que sé. Está la vida, la escuela, las artes, la emoción, la pasión, los secretos, los deseos, los regalos. La gente siempre cuestiona a la vida. Dejemos de cuestionarla, deberíamos empezar a vivirla. No siempre es bonita, pero es lo que es.
¿Cómo ves a la adolescente que eras entonces?
Con mucha ternura. ¿No nos pasa a todos? No fue una etapa intensa porque estaba muy ocupada. Ya estaba trabajando. Tenía canciones que aprenderme, no podía hablar sobre mí misma. ¿Qué preguntas querían hacerme? Y si no las entendiera, ¿qué podría decir? Estaba nerviosa, asustada, asustada de lo desconocido. No tenía tiempo ni experiencia en la vida como la adolescente que era. No había colegio, no tenía amigos. Tenía el escenario y a mi familia, tenía lo mejor. No quería nada más.
Todo el mundo toca algún instrumento en tu familia. ¿Siempre han estado ahí para apoyarte en tu carrera? ¿Te consideraban la campeona del equipo?
No, no, ¡nunca llegamos a las Olimpiadas! Mis hermanos y yo vivíamos en una casa pequeña. Dormíamos cinco o seis en la misma cama. Mi madre siempre estaba cocinando y recuerdo que teníamos un piano. Todos cantaban, todos tocaban algún instrumento. "Ghislaine, tú a la percusión. Clément, coge la guitarra. Denis, tú a cantar." Mis padres hicieron su pequeña orquesta. Yo era muy joven y solía verlos actuar. Pero mis hermanos siempre les decían "Llevaos a Céline, ¡estamos intentando ensayar y está en medio, no para de cantar!" Quería cantar con ellos pero era demasiado pequeña. Tenía cinco años. Entonces llegó mi turno cuando se casó mi hermano. Canté dos o tres canciones muy conocidas en Quebec. Solía ensayar en el sótano, como ellos. Estaba en las nubes. Esos son algunos de mis recuerdos más felices... Los más bonitos.
¿Y cómo fue tu debut profesional?
Mis hermanos y yo solíamos cantar en bodas los fines de semana. Para llevar algo más de comida a casa, y para que mi madre pudiera hacernos pantalones y cosernos algún que otro jersey. Mi madre siempre me apoyó. Ella escribió mi primera canción y le pidió a mi hermano Jacques, que tocaba la guitarra, que compusiera la música. No me gustaban mucho los estribillos, así que los re-escribí y compusimos la música con él. Le enviamos una maqueta al manager de Ginette Reno, una artista famosísima en Quebec. No hubo respuesta. Mi hermano se puso en contacto con él: "Disculpa. Te enviamos una demo de mi hermana de 12 años. Sé que no la has escuchado porque si no nos habrías llamado al momento."
Al final la escuchó y pidió reunirse conmigo. Mi madre me vistió para la ocasión, con un vestido y unos zapatos muy específicos y, por primera vez en mi vida, cogí el bus y el metro. Era como ir a Nuev York, como si me fuera al fin del mundo. Estaba un poco asustada y ansiosa, así que permanecí pegada a mi madre. Entramos en un edificio, en un ascensor, en una oficina con Discos de Oro y una secretaria... Y entonces él abrió la puerta. Aquel hombre tan guapo, tan bien vestido, con tanta clase, me preguntó "¿Puedes cantarme un poco de la canción?" Cantar para una sola persona es peor que hacerlo para un público de 20.000 personas. Me dio un boli y dijo: "Imagínate que es un micrófono." "¡Sí, con eso bastará!" Quería asegurarse de la que cantaba en la maqueta era yo. Mientras cantaba, empezó a llorar. Así conocí a René.
"Hoy me siento mujer. Me siento madre. Soy cantante, una soñadora. Antes de ser de Quebec, americana o francesa."
- CÉLINE DION
¿En aquel momento soñabas con ser cantante?
Sucedió muy rápido... Mi sueño ya había empezado. Había un coro, músicos, managers, autores, mi madre, compositores, mis hermanos... Lo tenía todo. Pude convertirme en estrella internacional porque tenía todo lo que necesitaba.
¿Hubo alguna desilusión en cuanto alcanzaste la cima?
Más bien fue al revés. Empecé en lo más alto, con la cabeza en las nubes. La vida era el sueño que siempre había querido. Estaba muy satisfecha porque estaba soñando. Nadie podía pararme, mis hermanos y hermanas podían estar en el sótano y yo soñando más allá de las nubes. Y lentamente, con éxito, empecé a tener gente que creyó en mí, en mi familia y mi manager, que entonces era René, todo un pequeño equipo que me devolvía los pies a la tierra canción tras canción, éxito tras éxito, lento pero seguro. Al final, el ascenso te pone los pies en la tierra para alcanzar una estabilidad. Porque la voz y el talento no bastan. Mi marido me decía que el talento hace entre un 20 y un 25% del éxito. Más allá de eso, necesitas buenas canciones, un buen timing, el equipo correcto. Si una pieza del puzzle no encaja, no funciona. No tenía un look específico, sólo quería subirme al escenario, compartir mi pasión con gente que amara la música, que entendiera la música, y usar la música lo mejor posible. He vivido en este sueño desde el primer día y me he quedado en él. Pero la voz no lo es todo, también la determinación, el deseo, la voluntad. Tenía muchas puertas que abrir y distintas formas de cantar, pero mi entorno me dio las llaves para ir a aún más lugares. Puedes tener un hit, puedes tener éxito, pero yo no quería sólo un hit.
¿Qué te ha aportado ser famosa? ¿Y qué te ha quitado?
La fama me ha hecho no querer ceder nada. Nacía para comunicarme sobre el escenario, con mi equipo, y con mi voz, y con mis fans. Todo va de compartir. Nací para esto. La primera vez que me subí a un escenario, en Quebec, ¡me enganché a esto! ¿Qué me ha quitado la fama? ¡Nada! Porque cada día doy un paso adelante.
¿Entiendes que Jean-Jacques Goldman decidiera dejarlo todo y convertirse en un hombre "normal"? ¿Alguna vez te ha tentado la idea de ser anónima?
Él hizo algo único. Alcanzó lo más alto como artista, pero por encima de todo quería ser padre. Y ahora su mayor pasión es pasar tiempo con sus hijas, con su mujer. Es una decisión que yo respeto muchísimo, pero yo personalmente aún no estoy ahí. Jean-Jacques es extremadamente inteligente, y sabe cómo actuar. Pienso mucho en él y le escucho habitualmente. Aún escucho también lo que hicimos juntos.
La gente suele decir que te enseñó a "descantar".
Sí, es verdad. Me enseñó a dejar respirar a la música y las letras. No puedes cantar en francés con letra en inglés, ni puedes cantar en inglés letras en francés. Me enseñó a dejar que las palabras acentuasen la música para imaginar la historia.
¿Por eso no cantas igual en inglés que en francés?
Totalmente. Por ejemplo, cuando llevo una falda corta, no me voy a sentar de la misma forma que si llevo vaqueros. Cantar en inglés puede implicar ciertas florituras para impresionar al oyente, y me encanta. Cantar en francés requiere mucho esfuerzo porque quiero dar más sutilezas. Sobriedad.
¿Deberíamos olvidarnos de técnica e interpretación vocal?
¡Jamás! No, ¡jamás debemos olvidar las técnicas vocales! Es algo que hay que practicar cada día con tu profesor de canto. Pero hay distintas formas de hacerlo. Puedes entrenar de una forma clásica, o más pop. Si quieres actuar sobe un escenario, es imperativo. Si quieres poder hacer ciertas acrobacias vocales, tienes que entrenar tus músculos para ser más flexible. Las clases de canto no van de cantar, sino de trabajar. Pero una vez pisas un escenario te olvidas de todo.
"La belleza eres tú, soy yo, es lo que hay en nuestro interior, nuestros sueños, es el presente."
- CÉLINE DION
¿Te sientes québécoise, americana o francesa?
Me siento mujer. Me siento madre. Soy cantante, soñadora, antes que ser de Québec, americana o francesa. Hablo con mis hijos en francés o en inglés. Creen que sé hablar todos los idiomas. Nací en Québec, mis hijos nacieron en América. Tengo sangre francesa, tengo sangre de Québec, tengo sangre americana. Y allá donde vaya, canto en un idioma diferente, aprendo algo nuevo, me quedo con las partes de la cultura que más me impresionan.
Ahora vives en Las Vegas. ¿Cómo es tu vida allí?
Tenía una casa en Florida, pero viajaba mucho cuando estaba de gira y no íbamos nunca. Tenía otra en Montreal, pero mis hijos querían ir a la playa en las vacaciones. Me compré una casa en Las Vegas cuando mi hijo mayor tenía un año, hace ya veintidós años, y nos mudamos aquí. Vivo a 35 minutos de mi trabajo. Eso me da tiempo para prepararme para ir a trabajar. Puedo ver a mi equipo, bromeamos entre nosotros, ensayamos canciones... Y eso me da la ocasión de salir. Como en el coche, llego a casa, veo a mis hijos y puedo dormir en mi propia cama. Tengo lo mejor de ambos mundos.
Eres un auténtico icono de la moda. ¿Qué tipo de relación tienes con los diseñadores?
No iría tan lejos como para decir que colaboro con los diseñadores, porque eso sería muy pretencioso por mi parte. Por otro lado, y esto sí puedo decirlo, mi madre me cosía las medias, los jerseys, las sudaderas, los abrigos... todo lo que necesitaba en invierno. Tenía mucha suerte, porque al tener 13 hermanos mayores, al final lo sobrante quedaba para mí. Cuando cobré mi primer sueldo, mis primeras apariciones televisivas pagadas, empecé a comprarme ropa. Con mis primeros éxitos, compré una casa para mí y mi marido, y también a mis padres y otros familiares. Después de mi primer álbum en inglés, pude empezar a comprarme ropa de diseñadores y empecé a leer revistas de moda. Un día, y esto nunca lo olvidaré, fui invitada a un desfile de Karl Lagerfeld... M emiró y dijo "Me recuerdas a La Callas." Al comprarme aquella chaqueta de Lagerfeld me sentí igual que la gente se siente al comprarse diamantes.
Siempre me lo he comprado todo yo. No me gusta pedir prestado. Es por respeto. La gente paga para verme cantar, así que yo pago para comprarme ropa de diseño.
¿Cuáles son hoy tus sueños?
Mi sueño es vivir el presente. Paso a paso. Soy realmente afortunada. Y es para mí un honor hacer una sesión de fotos para Vogue Francia porque tenía mejor salud y estaba más guapa a los 30, pero entonces no me lo pidieron. Estoy muy orgullosa de que, a mis 55 años, me pidan revelar mi belleza. ¿Pero qué es la belleza? La belleza eres tú, soy yo, es lo que tenemos en nuestro interior, nuestros sueños, el presente. La belleza es lo que nos rodea, está ahí. Hay gente que lo ve, y hay gente que lo observa. Hoy soy una mujer que se siente fuerte y optimista con el futuro. Paso a paso.
2 comentarios
Gracias Celine por tus palabras! Siempre estamos junto a vos, tus fans te amamos, desde el norte, hacia el sur, del este al oeste de este bello mundo, te amamos, acompañamos y como siempre sostengo, cada día aprendiendo a vivir y a amar gracias a tu música. Besos inmensos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por traducir la entrevista. Me gustó poder experimentar en mi propio idioma la expresión y el sentir de mi siempre admirada y queridísima Céline Dion.
ResponderEliminarSiempre le rezo a la virgen por tu Salud, Céline y no paro de escuchar el hermoso Ave María que le cantaste en These Are Special Times.