El espectáculo de Celine 2013 [La Semaine]

enero 29, 2013


¡SU ESPECTÁCULO COMO SI LO VIERAS EN PERSONA!

Las Vegas es un oasis artificial en el corazón del desierto de Nevada. Una isla de lujo, placer y edificios en un espacio rodeado de montañas. 

A pesar de todo, varias flores fabulosas han crecido. La más bella de estas flores es sin duda Celine Dion. En las próximas páginas tendréis la sensación de estar asistiendo a su espectáculo versión 2013 - ligeramente diferente de su versión inicial - como si tuvieras reservado un asiento entre las primeras filas del Caesar's Palace.













DESTINO: CAESAR'S PALACE

De camino a mi hotel, desde el aeropuerto de Las Vegas, entablo una conversación con el taxista sobre Celine Dion. "Es gracioso - me dice él - porque hace unos días llevé al Caesar's Palace a dos hermanas que llegaban de Reykjavik, en Islandia. Eran grandes fans de Celine y llevaban meses ahorrando para venir hasta aquí a ver su espectáculo. No se hacían a la idea de que por fin habían llegado a Las Vegas y que iban a ver a Celine esa misma noche. No parecía que acabaran de hacer 18 horas en avión ni que estuvieran sufriendo las consecuencias del cambio de hora. Lo único que les importaba era que iban a ver a Celine. Fue en ese momento cuando entendí que se trata de una de las más grandes estrellas del mundo." Yo mismo pude también constatar por qué la gente siente tal devoción por la diva de Quebec.


Domingo 20 de enero, 18:30. Faltan dos horas para que Celine salga a escena. Atravieso el amplio casino del Caesar's Palace, casi sumergido por los ruidos de las máquinas y los gritos de alegría de algunos ganadores. Al fondo, la entrada al Coliseo. A la derecha, me dirijo a la taquilla para obtener la entrada que había reservado. Exactamente a seis filas del escenario, 250 dólares.

Todavía falta una hora hasta que las puertas se abran. Tengo tiempo suficiente para hacer una visita a la boutique de Celine Dion, a unos sesenta metros de donde me encuentro. Tienen toda clase de productos derivados de la cantante: una pulsera de piedras preciosas a 3.000 dólares, joyas cuyos precios varían de los 100 a los 2.400 dólares, bolígrafos y libretas a 10 dólares, camisetas cuyos precios oscilan entre los 35 y los 70, relojes a 200 dólares, gafas de sol a 170... Sus perfumes, sus productos de belleza, fotos, postales... Encuentro de todo, incluso los discos de la cantante.

Estuve en la apertura en 2011 y puedo confirmar que han cambiado varios productos, como las gafas de sol y los relojes. Por otra parte, durante mi visita a Las Vegas en noviembre de 2011 - a pesar de la ausencia de la cantante - volví a visitar la boutique para hacerme con más productos, pero la tienda ya no era de Celine Dion. Fue entonces cuando la empleada me explicó que, efectivamente, cuando Celine no está, cambian el nombre de la tienda por el del artista que actúe en ese momento: Elton John, Shania Twain, Cher... No importa. En unos días, Rod Stewart tomará el relevo y, en el espacio de un día, la tienda será de Rod Stewart. El marketing es obligado.

ESPERANDO A CELINE...


Compro el programa de su espectáculo (30 dólares) y me acerco a la gran sala. El ambiente es de fiesta. Todos los presentes están contentos y entusiasmados por hacerse una foto con la gran figura de Celine que hay en la entrada. Una mujer cerca de mí le dice a su marido: "¡Hazme una foto a mí también!" Más lejos, un padre, una madre y sus tres hijos también están alegres. Normal, viniendo desde Nueva-Zelanda. Justo a su lado, otra familia que llega de Australia. De repente, escucho a alguien con acento de Quebec decir "¡He oído que va a ser genial!" Verdaderamente, Celine tiene una popularidad internacional.


Aquí, no tenemos problemas con la seguridad. Para entrar en la sala del espectáculo, hay que pasar por un detector de metales. Nos guían hasta la entrada correspondiente a nuestra butaca, donde un encargado acompaña a cada espectador a su sitio y le desea que pase un buen espectáculo. Un auténtico trabajo teniendo en cuenta que el Coliseo tiene 4.300 butacas y que se llena todas las noches. A mi alrededor, el ambiente no deja de ser de fiesta; algunas personas están vestidas como si estuviésemos en la noche de los Oscars, otras simplemente visten unos vaqueros y camiseta como si estuvieran de paso. Comienza en ese momento a ponerse en funcionamiento el sistema de humedad, para ayudar a la garganta de los cantantes a no deshidratarse a causa del calor de las luces.

Una voz - primero en inglés y después en francés - nos da la bienvenida y nos advierte que está prohibido hacer fotos y vídeos. El espectáculo va a comenzar.

Las luces se apagan. La gente está sentada. Nos explican entonces que el espectáculo de esta noche es para recaudar fondos para la batalla contra la fibrosis quística. 4 o 5 minutos después nos muestran una serie de testimonios emotivos de niños afectados por la enfermedad - una niña pequeña de 7 años y su hermano de 14 - y de sus madres. Vemos imágenes de ellos jugando y recibiendo sus tratamientos, esperando una vida digna.
Muy emotivo. La gente aplaude al final de esta presentación.


En la pantalla vemos ahora imágenes de Celine durante su gira mundial - que terminó en 2009. Durante el vídeo, la artista dice a la gente de las 94 ciudades que visitó: "¿Estáis listos?", antes de decir el nombre de la ciudad en la que está en cada momento: Seúl, París, Los Angeles, Sidney, Dublín, Montreal... La vemos también entre bastidores, en el avión, con René-Charles... O intercambiando una mirada cómplice con René Angélil. También la vemos rodeada por René-Charles y los gemelos.



¡LA DIVA HACE SU ENTRADA!

La sala está llena. La gente se levanta y aplaude, ¡empezamos!


Celine está sola ante el público. Ella luce un vestido blanco de Armani Privé con 25.000 cristales. Muy Las Vegas: la diva con estilo propio. Ella entona la canción Open Arms, de Journey. La gran cortina cae y, tras ella, surge la gran orquesta de 35 músicos por todo el escenario. El director de orquesta, Claude "Mégo" Lemay, está a la derecha de Celine, tocando el piano. En el centro, un grupo de cuerda. De un lado al otro del escenario, el batería y el percusionista. Un poco más lejos, los coristas y, a su lado, el guitarrista. Del otro lado, el bajista.

El público, impresionado, sonríe. Es difícil no sentirse impresionado por esa imagen grandiosa, que la voz de Celine engrandece aún más. Tras la última nota, la gente aplaude con toda su energía, ya conquistados.

La cantante empieza entonces una breve conversación con el público: "¡Gracias! ¿Cómo estáis?" La artista está feliz. "Gracias por vuestra generosidad, gracias desde el fondo de mi corazón..." Nos explica hasta qué punto la lucha contra la fibrosis quística es importante para ella.

Por estar en Las Vegas, nos desea la mejor de las suertes. "Es un sueño realizado para mí el estar de vuelta en Las Vegas... y sobre todo para René!" Nos habla entonces de René-Charles, que adora todos los deportes, y de sus gemelos, que corren por toda la casa, pero que son muy adorables. Ella concluye diciendo "Bueno, tengo tres niños... mejor dicho, cuatro."

Tras ella, en la pantalla, aparece entonces un extracto del programa americano 'The Tonight Show', presentado en esa ocasión por Jay Leno, que introducía por primera vez a la cantante. Nos encontramos en 1990, poco antes del lanzamiento de su primer álbum en inglés. Ella interpreta Where Does My Heart Beat Now y ocho grandes paneles descienden del techo: dos de cada lado de Celine y cuatro tras ella, más altos. Vemos fotos y vídeos de Celine en sus inicios. El efecto es increíble.

Los paneles desaparecen. Detrás de ella, directamente desde el techo del escenario, brilla una constelación de estrellas luminosas estilizadas. Ella canta sin problema Because You Loved Me, especialmente para los espectadores de las primeras filas. Justo antes de la última frase, ella se para, la orquesta se detiene, y ella le pide al público que termine la canción con ella. Sin más dilación, más de 4000 personas cantan al unísono: "¡Because you loved me!" Un momento hermoso.

La plataforma sobre la que se encuentran Mégo y su piano se acerca más al centro del escenario, donde está Celine, y los coristas se mueven al otro lado. Una serie de luces mecánicas descienden ahora al escenario, rodeando a un candelabro titánico, justo detrás de la diva, justo antes de lanzarse a una sublime interpretación de It's All Coming Back To Me Now. La pareja que está a mi lado, visiblemente emocionada, se coge de la mano. Con un fondo musical, sin interrupción, pasamos ahora a The Power Of Love. Las luces se mueven, como nuestras emociones. Los espectadores están cautivados y, cuando la canción termina, todo el mundo se levanta espontáneamente para una ovación. Se cierra el telón.

ESPERANDO AL GRAN TALENTO

Unos segundos después, escuchamos un solo de violín. Nos damos cuenta de que el violinista no está en el centro del escenario, sino en el corazón de la sala, entre la gente. Un cámara le sigue a medida que avanza hacia el escenario. Pasando de música clásica a piezas más recientes, él pide al público que aplauda al ritmo de la canción que toca para darle el ritmo. El juega más y más, hasta que los espectadores no pueden seguirlo y comienzan a aplaudir como locos. La gran cortina se eleva y vemos de nuevo a Celine, esta vez rodeada por un trío de trompetas al más puro estilo jazz, un contrabajo y una batería. La cantante luce ahora un nuevo vestido de Elie Saab, que permite que luzca sus piernas. Con un evidente placer, ella nos ofrece ahora Mr. Paganini, de Ella Fitzgerald.




La canción termina, seguida por un nuevo aplauso del público. Ahora Celine nos hace referencia a la fibrosis quística, y a los jóvenes que luchan contra esta enfermedad. Ella nos explica que Lullabye (Goodnight, My Angel), de Billy Joel, se ajusta de maravilla a la situación. El telón se eleva detrás de ella, mostrando a los instrumentos de cuerda, el piano y las percusiones. Sobre un fondo de cielo y de imágenes de niños de diferentes edades, nos sentimos parte del cielo. Casi en medio de la noche, con un proyector sobre ella, la cantante sabe cómo emocionarnos con la frase, desde su corazón: "Buenas noches mi ángel, hora de cerrar los ojos..." Hace falta ser de piedra para no llorar. Yo no soy una excepción y las lágrimas caen por mi cara.

Tras este momento de emoción, para cambiar de atmósfera, Celine comienza a bromear con Mego, contándonos que trabajan juntos desde hace casi 20 años. Ella nos canta ahora The Reason y las plataformas se mueven otra vez por el escenario, de izquierda a derecha, y vemos de nuevo al resto de músicos. En la pantalla, un grupo de flores gigantes de tono violeta comienza a descender. La cantante se desplaza a la derecha del escenario. La canción termina, la diva sale del escenario entre aplausos.

La pantalla se vuelve roja con figuras blancas. Vemos siluetas de hombres que corren y se pelean y de mujeres desnudas que bailan o que nos apuntan con un revólver. Todo recuerda, por supuesto, a las imágenes de abertura de las películas de 007. Justamente, la orquesta interpreta el famoso tema de James Bond, cuando de repente en la pantalla aparece una cuenta atrás, un gran contador de 90 segundos. Las plataformas de la orquesta se vuelven de color naranja y Celine llega desde lo alto, sola al principio de una gran cuesta hacia abajo en el centro del escenario. Sí, sería una elegante chica Bond.

Ella nos ofrece ahora las canciones Goldfinger, Nobody Does It Better y Live and Let Die. Ella luce ahora un vestido negro de brillantes, de la firma Balmain, con unos elegantes zapatos.

Finalmente, Celine sale del escenario y el telón vuelve a caer, dejando ver solamente dos trompetas, dos saxófonos y un trombón, acompañando a la voz de Barnev Valsaint para ofrecernos una versión de Spinning Wheel. La complicidad entre los músicos es palpable.

UN DUETO CON ELLA MISMA


Ellos se retiran. El telón se eleva. El escenario está completamente a oscuras, iluminado sólo por una imagen de un realista holograma de Celine. La aparición comienza a cantar How Do You Keep The Music Playing. Entonces, por sorpresa, la verdadera Celine aparece entre las butacas del público, a escasos metros de mí, y continúa interpretando la canción a dueto con su gemela holográfica. Ahora, Celine luce un vestido blanco de Versace.


La cantante finaliza el número dirigiéndose al holograma "Ha estado bien cantar contigo esta noche." Se gira entonces hacia nosotros para decir "No sabéis la de tiempo que me llevo enseñarle la canción..." Nos dice ahora hasta qué punto le gusta cantar duetos, y uno de sus preferidos, el más mágico, es The Prayer, con Andrea Bocelli. Y de repente Bocelli - al igual que la gemela de Celine - se materializa en el centro del escenario. Los dos cantantes nos ofrecen una espléndida interpretación. Detrás de mí, oigo expresiones de sorpresa.

El telón cae de nuevo, y Celine se encuentra sola con su guitarrista, André Coutu, al borde del escenario. Ella habla brevemente con él para recordar que son compañeros desde hace ya 20 años y comienza a cantar At Seventeen, de Janis Ian, acompañada únicamente por el guitarrista. En un momento dado, se unen a la pareja dos músicos, con trompeta y trombón. Otro momento de gracia vocal extremadamente emotivo.


El telón se eleva. La orquesta re-aparece. La pantalla del fondo muestra una lámpara diseñada al estilo Disney, que nos recuerda a la sala de baile de 'La Bella y la Bestia'. En efecto, Celine nos ofrece ahora Beauty and the Beast a dúo con Barnev Valsaint ¡Mágico!

LA EMOCIÓN A FLOR DE PIEL

Ahora Celine se dirige de nuevo a nosotros. "Si me permitís, me gustaría cantaros una canción en francés. Es una de las canciones más emotivas que existen, tanto que a veces me resulta difícil cantarla. Se trata de Ne Me Quitte Pas, de Jacques Brel."

Mientras ella canta, vemos su cara, en blanco y negro, en la gran pantalla al fondo del escenario.
Al principio, sólo el piano, se unen después el violín y los otros instrumentos de cuerda. "Déjame convertirme en la sombra de tu sombra, la sombra de tu mano, la sombra de tu perro..." Y al instante las lágrimas vuelven a inundar mis ojos. Y Celine también, mucho. La canción termina, ella se retira las lágrimas y otro enorme aplauso.


Pero la tristeza no dura mucho. Luces láser comienzan a surgir de todas partes. Unos proyectores azules y blancos descienden desde arriba. El piano está en el centro. Nos encontramos ante una sagrada versión de All By Myself, con un final repleto de explosiones de luces. Y sí, una nueva ovación para Celine.

Ella nos anima ahora a levantarnos y aplaudir. La orquesta nos da el ritmo, los coristas también. Y ahí vamos con Rolling in the Deep. Ni Adele podría hacerlo mejor. Una joven rubia con un vestido de noche, en primera fila, comienza a bailar. Más tarde, me di cuenta de que era una madre de familia que estudia medicina y que asiste, tras 73 veces, a un concierto de Celine; la ha visto por todo el mundo. Tras los aplausos, la cantante vuelve de nuevo a su camerino para cambiarse.

Mientras esperamos su regreso, un trío de violinistas tocan una versión inédita de Thriller, de Michael Jackson, a veces entre lo clásico, lo impresionista y el pop ¡Podemos decir que los músicos de la estrella tienen auténtico talento! Terminan el número y la orquesta se prepara para la siguiente canción.


Celine entra en escena luciendo un vestido dorado muy corto de Balmain. Tras Love Can Move Mountains, la cantante entona River Deep Mountain High. A petición de Celine, la gente se levanta y baila. Cubos gigantes aparecen al fondo de la pantalla, creando un gran mosaico dorado, en continuo movimiento. La canción termina, Celine da las gracias y vuelve a abandonar el escenario. El telón baja, pero la gente no para de aplaudir, estamos todos completamente emocionados.

LOS FANS PIDEN OTRA

Un minuto o dos después de que Celine dejase el escenario, los aplausos del público disminuyen cuando la cantante regresa al escenario en un elegante vestido azul de Versace. Es el apoteosis con My Heart Will Go On. Cerca del final, la artista se eleva como quince pies sobre una plataforma circular. De repente, una fina cascada de agua cae del techo y rodea la plataforma, formando espirales a su alrededor. Ella termina su canción, saluda a los músicos, da las gracias al público y el telón se cierra por última vez. La gente aplaude con entusiasmo. Las luces se encienden, ¡y fin!


Al salir, la gente sigue entusiasmada. Unos dicen que ha sido el mejor espectáculo que han visto, que quieren volver; otros dicen que desearían que Celine los visitase en una nueva gira. Detrás de mí, una pareja de sudamericanos: el hombre pregunta a su pareja qué le ha gustado más. "¡Todo, todo!" responde ella, convencida. Cerca de la salida, hay un objeto para depositar dinero para luchar contra la fibrosis quística. La gente deposita dinero, me pongo en la fila.

CELINE BATE RÉCORDS


Celine está orgullosa de haber sido una pionera gracias al éxito que ha conocido, pero no olvida el escepticismo de ciertas personas que rodean su proyecto, una relación con Las Vegas que comenzó hace ya 10 años.

"Al principio, cuando llegamos, las vibraciones eran negativas." recuerda Celine "Oh Dios mío, el Titainc se va a hundir de nuevo", nos dice. "Mucha gente se puso de acuerdo en invertir mucho dinero en mí ¿Qué mejor sitio que Las Vegas para apostar?"
Ahora, nadie duda de ella. En marzo de 2011, Celine firmó un contrato de tres años para cantar en el Coliseo, que contiene 4.300 butacas. Y como de costumbre, ¡la venta de entradas fue un éxito! El único problema llegó en febrero de 2012, cuando las cuerdas vocales de Celine se vieron afectadas por un virus. Esa mala suerte la obligó a anular todos sus espectáculos previstos para la primavera pasada. Un poco de reposo y una semana sin decir una palabra fueron suficientes para que recuperase su voz a principios de abril. Ella se apresuró a retomar su espectáculo inmediatamente.
Además, trabaja en dos nuevos álbumes, uno en francés, 'Sans Attendre', publicado el pasado mes de noviembre y que ha conocido un éxito enorme, aquí y en Europa. El primer extracto, Parler à mon Père, se colocó en la primera posición durante 10 semanas en las listas de Quebec.
La publicación de su disco en inglés, 'Water and a Flame', está prevista para la próxima primavera. "Llevaba cinco o seis años sin grabar un álbum." dice Celine. Encontraremos seis canciones de su espectáculo en el Coliseo así como seis nuevas piezas. "Voy al estudio y, con el micro, trato de proyectar la emoción de cada una de mis canciones, esperando que el efecto se vea en la gente."

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