Céline Dion en Eurovisión: La diva cantó tres veces para conquistar Europa
mayo 04, 2025Antes de llenar estadios y ganar premios Grammy, Céline Dion tuvo que convencer a toda Europa de su talento en uno de los escenarios más vistos del continente: el Festival de Eurovisión. Corría el año 1988, y la joven cantante canadiense, aún desconocida para muchos fuera del mundo francófono, fue elegida para representar a Suiza con una poderosa balada en francés: Ne partez pas sans moi.
En aquella edición, Céline no solo ganó el concurso… también hizo algo que muy pocos artistas han hecho en la historia del festival: cantó su canción tres veces.
Una voz canadiense que conquistó Suiza (y luego Europa)
En una estrategia poco convencional, la televisión suiza eligió a una artista extranjera para representarlos en el certamen. Céline Dion, con apenas 20 años, ya era famosa en Quebec y partes de Europa, pero aún no había alcanzado la fama mundial que tendría años más tarde.
Con Ne partez pas sans moi, una balada escrita por Atilla Şereftuğ y Nella Martinetti, Suiza apostó por la emoción, la potencia vocal y el carisma. Y no se equivocó. Céline ofreció una interpretación impecable que conquistó al jurado europeo... aunque por un margen mínimo: ganó por solo un punto sobre el Reino Unido, en una de las votaciones más emocionantes en la historia del concurso.
Tres interpretaciones en una sola edición
Lo que poca gente sabe es que Céline Dion interpretó Ne partez pas sans moi tres veces durante el festival de 1988. No por capricho, sino porque así lo exigió el ritmo del evento y, en parte, su propio éxito esa noche. Aquí están las tres ocasiones:
1. Ensayo general televisado (jury final rehearsal)
Un día antes de la final, se realizó el ensayo general completo, conocido como el jury show. Aunque no fue transmitido en directo al público, esta actuación fue vital: muchos jurados de los países votantes usaron esta presentación para emitir sus votos, ya que no todos veían la gala en vivo. Céline ofreció una actuación muy cuidada, consciente de que estaba cantando para decidir su destino en la competencia.
2. La gran final (30 de abril de 1988)
La noche clave. Ante millones de telespectadores en Europa y el mundo, Céline subió al escenario representando a Suiza en el puesto 9. Su interpretación fue vibrante, segura y emocional. Fue en esta actuación en directo donde terminó de convencer a los que aún dudaban de su talento y carisma escénico.
3. La actuación como ganadora
Minutos después del final de las votaciones, cuando se anunció que Suiza era la ganadora, Céline volvió al escenario para cantar una vez más su canción, esta vez ya como campeona de Eurovisión 1988. Fue una actuación más relajada, cargada de emoción y gratitud, en medio de los aplausos, los abrazos y una lluvia de felicitaciones. Era el inicio de algo grande.
Un punto de inflexión
Aunque su victoria en Eurovisión no la convirtió de inmediato en una superestrella global, fue sin duda un trampolín decisivo. Céline siguió trabajando, perfeccionando su inglés, grabando álbumes y creciendo como artista hasta convertirse en una de las voces más icónicas del pop mundial.
A día de hoy, Ne partez pas sans moi sigue siendo una de las canciones más recordadas del festival, y su interpretación en 1988 forma parte del legado eurovisivo. Para los fans más atentos, saber que la canción sonó tres veces en aquel festival es una curiosidad que demuestra no solo la intensidad de la competencia, sino también la determinación y talento de una artista que estaba a punto de cambiar el panorama musical para siempre. En una estrategia orquestada por René Angélil, Céline llegó a grabar una versión en alemán de la canción, titulada Hand in hand, que se editaría como sencillo en Alemania poco después de la victoria de la canadiense en Eurovisión.
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