Los secretos de familia de Céline Dion [7 Jours]

febrero 19, 2013


Céline Dion

"Un niño cuando la vida decida"

Céline Dion emprende una gira de dos años que la llevará por todas partes del mundo y durante la cual dará más de 400 conciertos ¿Pondrá esto en peligro su sueño de tener un hijo?

En su camerino, a pocos minutos de subir al escenario del Capitole de Quebec, el pasado sábado por la noche, Céline Dion, adorable, aceptó de buena gana entablar con nosotros una interesante y reveladora conversación, tocando temas que van desde su vida de mujer hasta los nuevos proyectos que la esperan en el plano musical y los sueños más atrevidos que espera hacer realidad. Cara a cara con una artista distinta del resto.

Céline, emprendes una gira europea de dos meses que será seguida de una importante gira mundial de dos años. A la luz de esta realidad, ¿es posible que en el curso de los dos próximos años tendrás que poner en segundo plano tu deseo de convertirte en madre?

¡En absoluto! Esta gira no me hará olvidar mis sueños, y menos aún ese deseo que tengo de dar a luz un día a un niño. Quiero un niño y, para ser honesta, es incluso la mayor prioridad de mi vida actualmente. Y lo mismo te dirá René. Además, no veo por qué esta gira me iba a alejar de la maternidad. Un embarazo jamás impidió a mi madre asumir sus responsabilidades y embarcarse en nuevas ocupaciones ¡Al contrario! Mientras ayudaba a mi padre a construir la primera residencia de nuestra familia, en Charlemagne, en 1954, ella estaba embarazada de varios meses de su primer hijo, mi hermano Jacques ¡Y eso no es nada! No prestaba menos atención a sus otros hijos cuando estaba embarazada. Así que, me digo a mí misma que no tengo que olvidarme de mi sueño de ser madre por la simple razón de estar de gira durante los dos próximos años; estaré continuamente sobre un escenario.




Si, de aquí a un año, das a luz a un niño, ¿te seguirá a lo largo de esa gira mundial?


¡Sí! Y no veo problema alguno en ello. Lo único que podría hacerme parar esa gira mundial de más de 400 conciertos sería que mi médico me dijera que lo que hago es peligroso para la vida del hijo que está dentro de mí. Confío en la vida y en su curso. Así que, incluso aunque la llegada de ese niño sea una prioridad tanto para René como para mí, siempre digo que no deberíamos forzar el destino. Por lo que a mí respecta, no me paso los días preguntándome si este será un buen día para quedarme embarazada.

Me dejo llevar por las olas y no me gusta ir a contra-corriente, este niño llegará cuando la vida lo decida.

Y cuando ese niño nazca...

Cuando ese niño nazca, sabré qué hacer. Y si nace de aquí a un año, nos seguirá a todas partes durante esta gira. Una cosa es cierta, su presencia no será ningún problema ¡Todo lo que cambiaría, sería que tendría que preparar una o dos maletas más! (risas) Por lo demás, sé que todo funcionará según lo previsto y que no seré nada menos que una mujer realizada. Porque quiero a este niño con todas mis fuerzas.

¿Preferirías una niña o un niño?

Evidentemente, no puedo desear más que un niño sano. Eso ya sería un buen regalo de la vida. Pero hay días en los que sueño con tener una bella princesa, y otros días en los que prefiero un pequeño príncipe ¡No puedo responderte más honestamente que así! (risas)


Y en lo que concierne a la biografía de tus padres, ¿cuál es la primera imagen que te viene a la cabeza cuando piensas en ellos?

Mis padres son seres ejemplares, símbolos de amor, de fuerza y de comprensión. Porque hace falta mucho amor, fuerza y comprensión para educar 14 niños. Mis padres no tenían mucho dinero cuando unieron sus destinos, a fuerza de sacrificios y de razones serias, consiguieron sacar adelante su vida de pareja y su papel de padres. De su unión nacieron 14 niños felices a los que nunca les faltó de nada. Si mi padre estaba siempre trabajando era precisamente por nuestro bienestar, y mi madre es mi ídolo, la persona que más me ha influenciado como mujer. Ser madre de familia no está lo suficientemente valorado a día de hoy, y hablamos muy poco, pero es probablemente el trabajo más importante del mundo.

Mi madre usó todas sus energías para sacar adelante a la familia, con la inestimable ayuda de mi padre, y jamás se rindió. Por ejemplo, la razón por la que crecí Charlemagne, en lugar de en Montreal, fue porque mi madre deseó que sus hijos creciesen rodeados de grandes espacios al aire libre y pudiesen correr descalzos, sentir el viento en nuestras caras mientras jugábamos. Fueron ese tipo de gestos pequeños los que, día tras día, ella asumió y la hicieron crecer como madre; siempre nos da lo mejor de sí misma. Deseo que mis hijos puedan conocer a mis padres, pero será el destino el que decida. Mi deber será transmitirles lo mejor que mis padres me enseñaron.

¿Qué es lo que más te ha marcado de su biografía?

Me enseñaron bien las cosas importantes. Entre otras cosas, ignoraba que los padres de mi padre y los de mi madre eran amigos de la infancia, y que es la razón de esa amistad creció entre mis padres, que nacieron en Sainte-Anne-des-Monts, en Gaspésie, casi 20 años después. Eso me terminó de convencer de que es importante creer en el destino.

Pero ese libro, además de ser extremadamente emocionante, es como si abriésemos el cofre de la familia y que todas las más preciosas confidencias fuesen vendidas al público.
Es indiscutiblemente el mejor regalo que los miembros de mi familia podrían recibir, porque este libro pasará de generación en generación. Y será cuando nos demos cuenta de lo valientes que fueron mis padres y que, desde que se unieron en 1945, vivieron juntos. Mis padres me han enseñado muchísimas cosas.

¿Qué imagen tienes de ellos a día de hoy?

Los veo muy guapos. Además, me parece fantástico poder ver lo capaces que son de adaptarse a los nuevos tiempos. No son como ciertas personas que no paran de vivir en el pasado o lo que algunos llamas "los viejos tiempos". Ellos viven en harmonía con la vida ¿Cómo no vas a querer saborear plenamente cada momento de la vida cuando tienes un amante como mi padre o mi madre? No dejan de inspirarme.


¿Los llamas cada noche, sin importar en qué país te encuentres?

Sí, aún lo hago. Es una cosa sagrada. Y si hay algo que me impida hacerlo, René se encargará de ese algo por mí. Cada noche, dedico un rato a decirles a mis padres lo mucho que los quiero.

¿Es cierto que, cuando eras más joven, te gustaba tanto el ambiente que se respiraba en tu casa que ir al colegio era para ti un auténtico calvario?

No me gustaba el colegio. En clase, estaba a lo mío y realmente no tenía buenos resultados escolares. Siempre tenía la cabeza en otro sitio. Donde mejor me sentía era en mi casa con los miembros de mi familia. En casa, estaba bien, siempre había amor, y cada día era una fiesta. En la escuela, era todo lo contrario. Yo era el blanco de los otros estudiantes. Algo que no ayudaba a mejorar era que nunca contestaba a los compañeros que me faltaban al respeto, siempre me contenía. Algunos disfrutaban lanzándome bolas de nieve. Incluso recuerdo una vez que un chico me amenazó cuando tenía 10 años, él me dijo: "Esta tarde, si no me traes dos manzanas y una naranja, te romperé la boca después de clase." Aquello me aterrorizó. Aquel día, después de comer en casa, justo antes de salir para clase, im madre me vio coger las frutas. Me preguntó por qué cogía tantas frutas.

Entonces le expliqué la situación. Por suerte, aquel día, mi padre, que entonces trabajaba como guarda de seguridad, estaba en casa. Él me acompañó al colegio, y tengo que decirte que disfrutó dando un poco de miedo al chaval que me había amenazado, para defenderme. Las amenazas no tardaron en desaparecer.
De hecho, el joven que me amenazó decidió convertirse en mi amigo y, cada tarde, me acompañaba a casa, como para asegurarse de que nada malo me pasaba durante el camino.

Tu comportamiento inquietaba a ciertas personas de la dirección de la escuela, ¿no es así?

Sí, es cierto. En el colegio, estaba siempre con la cabeza en las nubes y nunca contestaba a lo que me preguntaban y empezaron a creer que podría ser una niña maltratada en casa. Un día, mandaron a un grupo de personas a nuestra casa para comprobar el ambiente familiar en el que vivía. Cuando vieron todo el amor que se respiraba en mi casa, comprendieron por qué tenía siempre tantas ganas de volver. Y pidieron disculpas a mi madre por haber pensado que no se ocupaban bien de mí.





Hablemos de tu carrera y del éxito que has tenido en Europa ¿Por qué Francia tardó tanto tiempo en consagrarte como estrella? 

No lo sé. Y no pretendo saberlo. No es mi estilo el comenzar a hacer grandes análisis para intentar saber por qué tanto esfuerzo tardó en dar resultado. Me presento a la gente mediante mis canciones y mi música. Y una vez que esas canciones son difundidas, depende de la gente decidir si me quieren acoger o no en sus vidas. Son ellos los que deciden cuándo están listos para acogerme. No soy yo quien puede controlar esa situación. Efectivamente, en Francia, ha sido un proceso más largo, pero, como se suele decir, más vale tarde que nunca. Así es como me tomo la situación.
Lo que es cierto es que estoy muy contenta por haber sido tan bien recibida por los franceses porque Francia ocupa un lugar importante en mi corazón desde hace mucho tiempo. Tenía 14 años la primera vez que actué allí y jamás olvidaré aquel primer día. 

En el plano profesional, ¿cómo reaccionas a las críticas?

No suelo leer los artículos que hablan sobre mí. Me conformo con leer el título y ver la foto que han publicado. René, sin embargo, suele hacerme llegar las críticas que más le han gustado. Digamos que me presenta las que considera las mejores, tanto las positivas como las negativas. Por lo que a mí respecta, no tengo por qué estar de acuerdo con todas las críticas, pero satisfacen mi necesidad de saber qué piensa la gente de mi trabajo. Si una persona tiene un comentario que decirme, siempre lo escucharé con atención. Pero la crítica que más cuenta para mí es la de René.

¿Podría herirte una mala crítica?

No. Pero me molesta que afecte a René o a mi familia. Yo soy capaz de vivir con las críticas, pero no puedo soportar que afecten a mi gente.

Tus espectáculos son muy exigentes en el aspecto vocal ¿Haces muchos esfuerzos para proteger tu voz?


Oh, Dios mío, ¡sí! Trabajo muy fuerte para preservarla porque es mi herramienta de trabajo. Hago actividades vocales de manera cotidiana; sigo también un programa de entrenamiento personalizado que me propuso mi profesor de canto en Nueva York, y hay días en los que voluntariamente guardo silencio para no dañar mis cuerdas vocales. En mi próxima visita a Nueva York,visitaré a mi profesor para que me dicte nuevos ejercicios de entrenamiento. Las cuerdas vocales son músculos y, como todos los músculos del cuerpo, hay que protegerlos a base de entrenamiento. Antes de cada concierto, bebo uno o dos vasos de agua con limón, y después me enjuago la boca con un vaso en cada mano, uno de ellos con bicarbonato de sodio y sal. La sal me permite producir más saliva. También tengo que mantener cierta distancia de los productos lácteos y de locales climatizados. Paralelamente a estas precauciones, he tenido que aprender a hablar sin abusar demasiado de mis cuerdas vocales. Tuve también que aprender a reír de cierta forma, e incluso a estornudar y toser sin afectar a mis cuerdas vocales. Es verdaderamente un trabajo continuo.

¿Tendrás algún día la oportunidad de realizar tus propias composiciones?

No es imposible. Mi próximo álbum - que se publicará en febrero - está terminado, pero siempre es posible aportar nuevas ideas o sorpresas de última hora. En todo caso, tengo mis propias ideas...

¿Hay temas sociales que te lleguen especialmente al corazón?

Siempre estará esa lucha que tengo para sensibilizar a la gente sobre la fibrosis quística, la enfermedad que ha arruinado la vida de muchos niños, entre ellos mi sobrina Karine. 
Es el momento de enfrentarnos a esta enfermedad, y mantendré eta lucha contra ella hasta que encontremos una cura para liberar a los niños de este mal. 
También me gustaría poder ayudar algún día a los países desfavorecidos, esos países cuyos niños viven una continua situación de necesidad, para ayudarlos a tener una vida mejor. Desde que era muy joven, tengo una pequeña misionera en mí. No me conformaría con llegar a esos países con camiones llenos de medicinas. Me gustaría poder transmitirles los conocimientos necesarios para poder defenderse en la vida y vivir días mejores. Es uno de los muchos sueños que tengo.

Las Ediciones '7 Jours' lanzaron, hace unos días, la biografía de Thérèse y Adhémar Dion, la cual se titula Una Vida Amándose. En esta obra, los dos, además de contarnos todo sobre sus respectivas infancias, se muestran como jamás antes lo habían hecho para hablarnos sobre sus actividades cotidianas y los valores que caracterizan a su vida de pareja. Ellos viven, desde 50 años, una historia de amor.
7 Jours entrevista a Adémar Dion para conocer la naturaleza de los sentimientos que surgieron durante la lectura de esta obra que relata su vida. Un encuentro con un hombre que ha tenido una vida muy particular.

Señor Dion, ¿qué representa para usted la publicación de la historia de su vida y de la de su esposa?

Es una cosa muy importante para mí. No es simplemente un libro que mi mujer y yo escribimos. Tanto ella como yo aceptamos publicar nuestras experiencias más memorables, momentos alegres y tristes que sin duda captarán la atención de los lectores. Desde el principio, me decía a mí mismo: "Adhémar, si aceptas hacer este libro, hazlo sin pudor y sin compromiso. Diré la pura verdad, especialmente sobre mi infancia, a pesar de que esto me traiga recuerdos extremadamente desafortunados." Lo que quiero decir es que una vez di mi palabra de decir la verdad, ni se me pasó por la cabeza maquillar la realidad. Siempre he sido un hombre de palabra, siempre he pedido a mis hijos que no mientan. 
Para responder precisamente a tu pregunta, digamos que este libro representa para mí todo lo que siempre quise decir a mis hijos a propósito de mi vida y de mis fuertes principios. Nunca se dieron las circunstancias para hablarles de esto hasta este momento.

¿Por qué aceptó usted exponer su vida así?

En primer lugar, lo hice para dar algo más a mis hijos, algo muy profundo que ellos podrán leer una y otra vez cuando quieran. Personalmente, me encantaría que dedicasen tiempo a este libro. Me gustaría también que los jóvenes se tomasen tiempo para leerlo para poder ver cómo mi mujer y yo llegamos a construir esta bella familia. 
Sé que es difícil para ciertas personas creer todo lo que hemos conseguido en nuestras vidas pero, te juro que todo lo escrito en este libro es verdad. 

¿Ha recibido comentarios de algún lector?

Como la publicación del libro fue hace poco, los comentarios, de momento, vienen de la gente de mi entorno. Céline, por ejemplo, me dijo que en un momento dado tuvo que parar de leer el capítulo de su infancia por lo mucho que la hizo llorar. Me dijo también que aprendió mucho de mi historia. En cuanto a René (Angélil), me dijo que él también lloró mucho durante la lectura y que se había emocionado mucho por todo lo que hemos vivido mi mujer y yo. 
Hace muy poco, una joven que trabaja en el restaurante Nickels de Repentigny me dijo que se le saltaron las lágrimas en ciertos puntos del libro. Eso me emocionó mucho. Me alegra poder constatar que este libro ha emocionado a gente de todas las generaciones. Por eso quiero que los jóvenes dediquen un rato a leerlo y re-leerlo. No me considero un modelo, pero creo que jamás he eludido mis responsabilidades.

Cuando habla del capítulo que trata sobre su infancia, ¿hace usted alusión a su padre?

Sí. Mi padre era alcohólico, y llegó a dejar a su familia durante semanas sin decir palabra. A veces, no teníamos casi nada para comer. Era la miseria más absoluta. Él también tenía un comportamiento violento. Durante la lectura del libro, la gente comprenderá por qué fui yo, a mis 17 años, quien se ocupó de mi madre así como de mis hermanos y hermanas. Tuve que enfrentarme muy pronto a ciertas realidades de la vida, y mi sentido de la disciplina creció muy rápido. También estoy muy agradecido por haber podido encontrar en mi camino a una mujer como mi esposa, Thérèse. Fue ella quien me hizo entender que la vida no tiene por qué ser una lucha permanente y que el sol brillaría también para mí.
Cuando la conocí, a mis 22 años, sólo había vivido el lado duro de la vida. Mi mujer ha sido para mí una auténtica bendición del cielo, y jamás he conocido a alguien con esa capacidad que ella tiene de mejorar la vida de las personas.

¿Qué fue lo que más le afectó durante las entrevistas que se le hicieron durante la redacción del libro?

Me sentía en confianza, incluso si lo que tenía que compartir era extremadamente íntimo. Diría que me ha venido muy bien el compartirlo todo. Hacía muchos años que este equipo nos solicitaba a mi mujer y a mí, para contar nuestras vidas, pero no estábamos preparados. Este era el momento. Y algo que me tranquilizó mucho, fue el saber que el proyecto sería llevado a cabo por el equipo de '7 Jours', gente que siempre nos ha respetado, tanto a mi mujer y a mí como a los miembros de mi familia. No habría aceptado contarlo todo si no me hubiese sentido en confianza; en este libro cuento cosas que incluso mis hijos ignoraban.

Ahora que el libro está disponible para el público, ¿está listo para recibir todo tipo de opiniones?

¡Absolutamente! Estoy preparado para asumir todo lo que he dicho porque es mi vida y es la pura verdad. Pero, incluso si sé que el libro suscitará ciertas reacciones, mentiría si dijera que que espero reacciones como las que ha habido hasta el momento. Hay que decir que el libro acaba de ser lanzado al mercado. No creo que en todos los casos, la gente se emocione y me llame para decirme lo mucho que les ha gustado el libro. 
En resumen, lo que quiero decir a los jóvenes es que la vida es bella y que nada es imposible. Tienes la vida en tus manos y no hay que perder un sólo día. Yo, a día de hoy, a pesar de haber pasado por momentos difíciles, no cambiaría mi vida por nada del mundo. Incluso a mis 72 años, me preguntó aún cómo ha podido pasar tan rápido el tiempo: todo ha pasado muy rápido. Y aún no se ha terminado...


EL VÉRTIGO DEL ÉXITO

Desde hace ya varios años, no hay palabras para describir el éxito que ella ha tenido en el plano internacional, las cifras hablan por sí solas. En efecto, la notoriedad de Céline Dion, que viene de pasar más de 23 semanas en primera posición de las listas francesas y de Quebec con su álbum 'D'eux', confirma el hecho de que ella es actualmente considerada como una de las más grandes cantantes del mundo. Y qué decir de sus histórico doble éxito en Bélgica donde, al mismo tiempo, sus álbumes 'D'eux' y 'The Colour Of My Love' ocuparon las dos primeras posiciones en ventas, además de liderar las listas de otros muchos países simultáneamente.
El 29 de septiembre, las ventas mundiales de los discos 'The Colour Of My Love' y 'D'eux' sobrepasaron las 12.599.305 copias. Esto prepara el terreno para su próximo álbum en inglés, que verá la luz en febrero.  Céline Dion tiene ya un disco de diamante, nada menos de 35 discos de platino y 11 discos de oro por 'The Colour Of My Love', así como otro disco de diamante resultado de la venta de más de un millón de copias del álbum 'D'eux' en Francia, y 3 discos de platino por las ventas en Quebec y el resto de Canadá.

La gira mundial:

Además de presentar en Europa una serie de 50 conciertos a puerta cerrada en 60 días, la artista se presentará nada menos que 400 veces por todo el mundo, durante los 2 próximos años. Esta gira coincidirá con la publicación de su nuevo álbum, el cual es muy esperado. Esta gira mundial comenzará en el mes de marzo con una serie de conciertos ya anunciados a puerta cerrada en Australia, concretamente en Sydney, Newcastle, Brisbane y Auckland. Habrá también una gira de promoción en Estados Unidos, en el mes de abril, en Quebec y Canadá, en mayo y junio, un regreso a Estados Unidos, en julio y agosto, además de Japón, Europa y de nuevo Australia. No hay duda de su estatus de estrella internacional, estatus que, hay que admitir, le va como un guante.

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